Y que esa boba soberbia se borre de su mirada, ay, amor… Irme y que no sea más feliz, aunque no lo diga, ¡ay! Amor… Puede ser tan cruel, pero así le amo, ay…
Es que usted no quiere entender qué es estoo qué es aquello, usted simplemente es usted. Tampoco quiere saber qué es esto ¡o qué es lo otro! Usted simplemente no cree. Y… ¡Ay amor! Si usted no cree, ¿quién va a creer? Ay amor… Y que esa boba soberbia se borre de su mirada… Y que no sea más feliz…
-¿Le permitiría derramar una lagrima?
-Lo siento, pero no puedo, la necesito tan fuerte como yo para que sea tan rica como tú. Felicidad corrió llorando mientras Orgullo apretaba fuertemente con sus pulgares los puntos lacrimales de los ojos de Amor, que pronto quedarían tan ciegos como siempre se supo.